Primera potencia mundial

En los siglos XVI y XVII, el Imperio Español se convirtió en la primera potencia mundial, llegando a su máximo esplendor con la unión ibérica con Portugal.

Con las uniones de las dos coronas (Castilla y Aragón), mediante los Reyes Católicos, el final de la Reconquista y el Descubrimiento de América, España se encontró en una situación de gran poderío en detrimento de sus rivales europeos. Tras estos, con la llegada de Carlos V, el Imperio abarcó media Europa, desarrollándose este hecho con sus descendientes Felipe II y Felipe III.

Se dominaban las grandes rutas marítimas, siendo el Puerto de Sevilla gran protagonista, ya que de ahí salían la mayor parte de las flotas hacia el Nuevo Mundo y Filipinas. También, en el ámbito militar a través de los Tercios Españoles, que dominaban los campos de guerra europeos y americanos. El lenguaje, las costumbres y religión que se practicaban en su gran mayoría en España se expandieron por todo el mundo, quedando gran parte de esa tradición hoy en día. Se fundaron universidades y hospitales, siendo pioneros en muchos sitios.

El arte también relumbró con el Siglo de Oro español, y nombres de gran importancia como Cervantes, Quevedo, Velázquez o Lope de Vega.

Por lo tanto, no fue únicamente dominio de extensión, sino que en todos los campos, España se convirtió en la mayor potencia existente en ese momento.